Procesión de Los Muertos
Como es costumbre en América Latina amigos, cada día 2 de noviembre se celebra sin falta alguna, el famoso día de los muertos, para esta popular celebración la gente prepara diversas cosas para honrar a los difuntos tales como: flores, comida, pintura, música y otras cosas mas que cuando estaban en vida, eran del gusto del pariente al que suelen homenajear y les llevan flores; por supuesto la clásica costumbre de enflorar a los muertos. Es un día de asueto nacional en la gran mayoría de estos países y parece mas una fiesta nacional que un día de luto, una muestra de ello son nuestros hermanos mexicanos, ya que ellos lo celebran durante varios días antes de llegar el día 2 de noviembre. ¡Pero también ocurre algo antes de la llegada del día de los muertos! Escuche esta leyenda de El Salvador, justo un día antes del 2 de noviembre amigos.
Pues esa leyenda dice que ese día 1 de noviembre, todos los muertos se levantan y vuelven a regenerar sus carnes, aunque se les pueden ver las heridas de aquellos que murieron asesinados o por algún accidente u otras causas, también como muy flacos y débiles todos los que murieron por diversas enfermedades, y así entre tantas causas de muerte amigos: sugiere la leyenda que esa procesión es una fiesta muy de ellos, los muertos y a ningún ser mortal se les es permitido verla, ni siquiera desde lejos; se supone que si logras verlos, justo a los pocos días quien logro hacerlo muere por alguna extraña enfermedad, junto a muchos dolores inexplicables. Pero vamos al relato de la procesión de los muertos, ¿Ya que a eso hemos venido verdad amigos,? A conocerla.
La Leyenda de Los Muertos y su Procesión.
Esta leyenda amigos involucra a un hombre llamado Pedro, se decía de el, que era un hombre valiente y duro en del campo, este residía al paso del camino y su casa estaba rodeada de muchos arboles asi como de una muy espesa vegetación, a este hombre le gustaba mucho fumar puros y por esa razón las personas desde lejos podían oler el aroma a tabaco y sabían que ese hombre estaba ahí pendiente del camino, asi como de la gente que pasaba por el, por supuesto porque su casa se encontraba en un lugar alto; las personas le saludaban y aunque no podían verlo, sabían que estaba ahí por el fuerte olor a tabaco. El respondía el saludo de manera amable y cortes, pues era el líder comunitario de aquel lugar y en toda actividad siempre estaba presente; su decisión y participación en la comunidad era mas que importante.
¡Buenas noches don Pedro! Le gritaban, ¿Todo bien? Le preguntaban, este respondía: ¡Todo bien y bajo control! Desde lo obscuro puedo verlos y controlarlos para estar siempre atentos hijos, les decía; en estos lugares y estos tiempos hay que estar atento por cualquier malandro, terminaba diciéndoles. Ese era Pedro, el cual se le atribuía también el papel de protector de los vecinos que transitaban por aquel solitario y rustico camino.
De esta manera don Pedro se quedaba todas las noches hasta muy tarde vigilando el camino, lo hacia para estar pendiente de este y sus viajeros, pues era la ruta comercial de ese lugar y una muy importante para la comunidad; siempre acompañado de su noble y confiable amiga estimados lectores, ¡La escopeta!
Mucha gente le cuestionaba sobre si no tenia temor de la noche, sus espantos y misterios, le preguntaban si no temía lograr ver algo extraño como por ejemplo lo que a muchos de ellos ya se les había aparecido, ejemplos: la mujer de blanco, el padre sin cabeza, el cadejo y muchos espantos nativos de El Salvador; Pedro respondía muerto de la risa y les exclamaba que en la vida hay que temerle a los vivos, que los muertos de donde están ya no pueden levantarse. Ese era don Pedro y asi de duro y valiente es como se le conocía.
La gente admiraba su valentía y debido a ella le relataban muchas historias de espantos y brujerías, claro en un intento de tratar de asustarlo, a lo que nuestro valiente amigo solo se reía de aquellas fantásticas y misteriosas narraciones, pero un día una extraña señora se puso a narrarle historias a un grupo de niños, Pedro no creía en ellas pero le gustaba escuchar ese tipo de historias y relatos, la señora empezó a relatar sobre la !Procesión de los Muertos! Una que como cada día primero de noviembre, hace salir a todos los muertos de sus tumbas y van en una procesión silenciosa, esta va acompañada de muchas velas negras y blancas; se escuchaba alguno que otro quejido nada mas y algún sonido de vez en cuando pero aterrador. La mujer les decía que ningún vivo podía ver aquella procesión, ya que de hacerlo seria llevado al mundo de los muertos y jamas volvería. Aquellos niños estaban aterrados y Pedro se molesto por eso y le recriminó a la señora que fuese mas responsable con lo que hacia, ya que haría que los niños crecieran con un trauma por creer tonterías como esas.
La señora trata de explicarse a Pedro, diciéndole que solo son personas que jamas fueron visitadas o tuvieron cristiana sepultura, son todos aquellos que fueron olvidados por cualquier motivo de este mundo, van y caminan con la cabeza agachada y con un velo negro sobre esta; Pedro le responde que el durante todas las noches se queda fuera de la casa y jamas ha visto nada semejante, esas son tonterías ¡Ya deje de burlarse de la gente! Le recrimino, la anciana le responde: don Pedro no hay peor ciego que aquel que no desea ver y le aseguro que todas las cosas en su momento llegan, espero entonces se libere de su ceguera. Pedro hizo caso omiso a la manifestación de aquella anciana y se marcho molesto a su casa.
Pedro se marcho muy disgustado pero a la vez pensativo por las palabras de aquella mujer, sus palabras habían hecho eco en su conciencia y se sentía inquieto ¡Pero luego se repetía a si mismo que no era realidad! Así paso el tiempo y Pedro fue olvidando aquellas palabras. Siempre siguió montando guardia nocturna desde su vivienda y custodiando al viajero en su camino, pero curiosamente un 1 de noviembre, Pedro como siempre estaba de guardia y fumaba sus olorosos puros, allá en la distancia ve luces y escucha muchos pasos por las veredas y senderos del camino que pasaba junto a su vivienda, algo que no era común por aquellos rumbos; se pone alerta de inmediato y recurre a su fiel amiga !Si amigos la Escopeta! Ya que eso para el era algo fuera de lo normal en esos lugares, sentado observaba aquella marcha de personas que pasaba en silencio frente a su casa.
Sintió el aire pesado y la tensión era tal que se podía cortar el aire con una navaja, Pedro sentía un pesar y un frió muy extraño, una sensación que jamas había sentido...de repente recordó las palabras de aquella señora sobre la procesión de muertos ¡Y se asusto! Pero aun así continuo observando aquella tétrica procesión; aun viéndola no podía creerlo y se decía que lo que estaba observando no era verdad. Ni el tabaco lo relajaba, estaba tan asustado que no pudo mas que estar sentado viendo la perturbadora escena, pasaron cerca de 15 minutos lo cuales a nuestro valiente amigo le pareció una eternidad y aquí vendría lo bueno, o bien lo malo para el.
Casi toda aquella procesión había pasado, y de las ultimas personas en pasar una se detiene y observa a Pedro, de inmediato se dirige hacia donde este se encuentra, esa persona era una mujer con un largo velo negro, se había salido de la fila, no se le veía el rostro por la obscuridad de la noche y el velo en su cabeza, el quería ver el rostro de aquella mujer, pero por mas que lo intento no pudo hacerlo, solo temblaba y no articulaba palabra alguna; esta mujer le entrega una vela y se alejo de el de inmediato. Aun temblando tomo fuerzas y se metió a su cabaña, eso si amigos aun no creyendo lo que había visto, apaga la vela y acuesta a dormir; pero no podía dormir pensando en lo que había ocurrido y había presenciado. Cuando al fin logro dormirse tuvo una pesadilla y en ella si lograba ver el rostro de aquella mujer, ¡Esta no tenia ojos! Solo las cuencas de estos vacías; Pedro despertó asustado... pero su pesadilla no terminaba, pues al despertar vio que la vela que se le había entregado, ahora se había convertido en un ¡Hueso humano!
Pedro el escéptico y valiente hombre de aquella remota comunidad, toma a su vieja amiga, claro la infaltable escopeta y toma una trágica decisión, ¡Pedro se suicida de inmediato! Este vivía solo y la gente se dio cuenta de su trágico final mucho tiempo después da haber muerto, no fue sino hasta que sintieron el mal olor del cadáver, al encontrarlo le dieron santa sepultura; pero...también encontraron un nota que decía los siguiente: "esa mujer vendrá por mi, esa procesión vendrá por mi, no puedo dejar que me encuentren" es así como se corre la voz por toda la zona y la gente supo y empezó a temer de aquella procesión de los muertos, esa que cada 1 de noviembre sale en busca de almas en El Salvador.
Es así amigos como va el relato y leyenda sobre la procesión de los muertos, esta historia tiene muchas variaciones, asi como versiones, están varían según la región de donde se narre, nosotros la relatamos de una manera divertida; pero se dice que si logras verla es lo ultimo que veras en la vida. Aquella procesión en ese momento te llevara con ella al mundo de los muertos y jamas volverán a saber de ti. Espero como siempre te haya gustado este articulo y si asi es, por favor compartan la publicación para que mas personas conozcan nuestras leyendas y tradiciones. Saludos amigos y nos leemos en un próximo post.
Fuente: elsalvadoregionmagica.blogspot.com